Me despierto


Me despierto persona, me acuesto mujer.

Me despierto de otro planeta, me acuesto humana.

Me despierto aséptica, me acuesto emoción.

Me despierto con la vida por delante, me acuesto con un aborto de ideas no natas.

Me despierto agitada por un sueño que ya no recuerdo. Me acuesto serena y ya no sueño.

Me despierto para otros, me acuesto para nadie.

Me despierto y, nada más izarme con el simple gesto de doblar la sábana en triángulo para salir del lecho, mi pie derecho descalzo roza levemente el suelo frío y, enseguida, el pequeño universo ingrávido de mi habitación se contrae en un bucle de avance y retroceso continuo que levanta mi pie derecho, lo devuelve a la cama, desdobla el triángulo, me arropa hasta la barbilla, me gira a un lado y me cierra los párpados.

Me despierto.